Sabe que lo van a matar. Mañana, quizá. En algunas semanas, o meses, cuando por fin sus muchos enemigos den con el sitio donde esconde el arma más peligrosa que pueda haber en tiempos convulsos: la computadora con que envía sus mensajes de alerta a las redes sociales.
Detenerse ya no puede. La información fidedigna, justo la que el gobierno mexicano se empeña en filtrar, se ha convertido en un objeto altamente subversivo que @ValorxTamaulipas (VxT) disemina abiertamente, desde la convicción de que, de cualquier modo, ya perdió; de que “cuanto siga haciendo en beneficio de la gente será ganancia”.
Su vida vale los 600 mil pesos que el crimen organizado ha ofrecido por él.
Su nombre virtual, el único que puede conocérsele por ahora, nació hace dos años, el 4 de febrero de 2012, la misma tarde en que alguna balacera, bombazo o ajusticiamiento, a plena luz del día, en alguna calle de cualquier poblado de Tamaulipas, lo orilló a lanzar su primer mensaje de alerta. Tuitea y postea para sobrevivir y para que otros sobrevivan, pero sobre todo porque cree que eso es lo correcto.
Y al encontrar en Twitter y en Facebook los vehículos para crear comunidad y resistir, confirma que Roberto Balaguer no se ha equivocado cuando expuso, en su libro La nueva matriz cultural: la red, a medida que crece, pierde sus usos lúdico y fantástico iniciales, que van siendo desplazados por la incontrovertible realidad. Las redes sirven a la realidad más cruda posible: la violenta.
-No es por jugar al superhéroe, es hacer lo correcto– dice VxT -sería más sencillo si día con día hubiera más gente que esté dispuesta a hacer lo correcto.
A través de un contacto laberíntico, que ha incluido el envío de preguntas a un correo electrónico encriptado a prueba de rastreo, contesta por escrito a mis cuestionamientos, una suerte de cuestionario híbrido entre lo informativo y lo humano, con el cual intento ayudarnos a todos a conocer al ser humano que hay detrás del activista virtual. Al humano que podemos ser cualquiera de nosotros.
Se trata de entender al hombre o mujer que resiste en medio de lo que parece un derrumbe inevitable alrededor. Se trata de conocer, sin inferir, cómo se logra hacer confluir a más de 300 mil hombres y mujeres en Facebook y más de 125 mil en Twitter, para difundir información, resistir a pesar del miedo y el hartazgo, o a partir del hartazgo del miedo. De saber, a través de sus respuestas, un poco más sobre la tragedia de México:
-Valor ¿puedes contarme cómo fue el momento en que decidiste abrir la cuenta de Twitter?
-Inicialmente fue algo emotivo encontrar un medio en el que pudiera ver que había cierto grado de libertad para exponer las situaciones que vivimos en nuestro estado. La cuenta de Twitter la hice luego de tomar la administración de una página previa, en la que sus administradores originales dejaron de publicar en la página luego de la ejecución de la administradora de Nuevo Laredo en vivo, me hice cargo de la página, y separé los reportes de SDR (Situaciones de Riesgo) y los casos de desaparecidos para organizar mejor las publicaciones y darle la relevancia a esos casos, pero al hacer eso en la página me expulsaron y me quedé solo con Valor por Tamaulipas, posteriormente hice las páginas adicionales de Esperanza, Responsabilidad por Tamaulipas y Valor por la Huasteca.
-¿Qué había ocurrido en esos días?
-Una chispa de esperanza. Teníamos años observando cómo injusticias se llevaban a cabo, como las autoridades estaban corrompidas, escuchaba gente de otras partes que no creían lo que sucedía en Tamaulipas, los medios callaban, me hizo creer que probablemente el Ejército, Marina, las autoridades federales o el resto del país nos ayudaría si conocían lo que estaba pasando. En ese momento desconocía los esfuerzos en redes sociales, en Twitter, antes de la página que llegué administrar en Facebook. Luego llegó la realidad de saber que mucho de lo que pasaba en el estado era de conocimiento general de las autoridades y aún así la respuesta para apoyar no fue consistente al reto que el crimen organizado presentó, por la cantidad de ejecuciones y secuestros que de hecho aún se llevan a cabo. Pero si la pregunta es que ocurrió, me ilusioné con la esperanza de que si se exponía lo que sucedía alguien nos ayudaría.
-¿Qué te animó a hacerlo?
-La frustración, el no encontrar una manera de detener las agresiones y violaciones de los derechos humanos de la ciudadanía por parte de los carteles, una manera que por lo menos en el intento no significara represalias inmediatas contra mi familia. El crimen organizado nos enseño a callar y a no denunciar para evitar perder lo que más apreciáramos y la frustración de ver todo lo que sucedía, de padecer los abusos de los criminales y no poder hacer nada.
-Me gustaría una descripción lo más pormenorizada posible de ese día.
Esto ha sido un proceso, no es algo sencillo, no he tomado las decisiones de la noche a la mañana, siempre he tenido miedo, y cuando inicié era un temor como el que probablemente llegué a sentir con los volantes en Ciudad Victoria (hojas en las que el crimen organizado ofrece recompensa de 600 mil pesos por información sobre su identidad y paradero) pero que creo después de eso ya estoy dispuesto a enfrentar lo que venga. Al inicio no me era sencillo confiar, a nosotros el crimen organizado nos infundía el temor de que todo estaba intervenido -y parcialmente eso llega a ser cierto si hablamos de teléfonos locales de denuncia, los centros de inteligencia infiltrados por criminales, o autoridades de todos los órdenes corruptos, que entregaban a los ciudadanos denunciantes al crimen organizado- pero, como le digo a los usuarios que me preguntan si es seguro hacer una denuncia por redes sociales y les respondo que es un riesgo que todos tenemos, al que estamos todos expuestos, pero… ¿qué opción nos queda?
-¿Desde dónde tuiteas? ¿Desde un aparato telefónico, una PC, una Mac? No me digas marcas, descríbeme el aparato, el color de sus teclas, el tipo de letra que hay en la pantalla, los años de uso, si te la regalaron o la compraste.
-Por seguridad no lo contestaré.
-¿Y tu entorno? Tampoco me digas tu ubicación, descríbeme tu cuarto, o tu sala, o tu baño o tu oficina o el lugar desde donde tuiteas, la calle, lo que ves desde la ventana. Si lo haces desde varios sitios, explícamelo, por supuesto sin revelar tus rutinas, ni tu ubicación.
-Tampoco lo contestaré. Solo puedo indicar que son entornos variados.
-Eres muy consciente del riesgo que corres, lo has externado varias veces, ¿eres consciente también de lo necesario que te has vuelto para miles de tamaulipecos?
-Ante esta situación de dependencia tomé varias acciones hace algunas semanas, y otras sigo aplicándolas, como utilizar hashtags de ciudades en las que prácticamente solo yo colaboro. Las comunidades de las redes sociales deben continuar, aunque eso si, externaré a esas comunidades mi rechazo a la colaboración con criminales o en su caso también “amigos” de delincuentes, que tienen un rol activo en la transferencia de información entre criminales y a veces algunas autoridades, pero que tienen objetivos de apoyar o de dañar algún grupo delictivo, sin embargo ese es un tema que ya prefiero evitar un poco para evitar confrontaciones innecesarias.
-¿Del valor de «marca»?
-No comprendí la pregunta.
-¿Cómo sobrellevas esa carga?
-Llevo muchas cargas actualmente, pero creo es más la motivación y probablemente el autoengaño de creer que de alguna manera esto está ayudando a mi estado, a la gente de bien. A veces me cuesta encontrar sentido a todos los riesgos que estoy colocando a mi familia, más porque vemos como continúan los carteles gobernando, pero no se de que otra forma pueda hacer algo.
“Cuando se conozca mi identidad, ya habré muerto”
Son tantos sus enemigos, que no ha habido momento, desde que surgió en la red, en que VxT no haya estado expuesto al acecho del crimen y la furia. El momento más crítico comenzó a principios de 2013.
Desde diversos puntos de la capital tamaulipeca comenzaron a fluir hojas volantes con un aviso contundente:
“600 mil pesos, para el que aporte datos exactos del dueño de la página de Valor por Tamaulipas o en su caso familiares directos ya sean papás, hermanos o hijos o esposa (sic)”.
No había sutilezas, el mensaje que se reprodujo en distintas ciudades de la entidad, era simple y llano. Directo: “Esto es sólo libre expresión pero a cambio de eso un buen dinero para callarle el hocico a culeros panochones como estos pendejos que se creen héroes. Absténganse de hacer mamadas aprecien la vida de sus seres queridos, la información será confidencial y con la certeza de que el dinero, sin la información es correcta se entregará a la persona que aporte los datos exactos del héroe panochón Tamaulipeco o familiares (sic)”.
A finales de febrero circuló el video de la ejecución de un supuesto colaborador de VxT, quien antes de morir lanzó un mensaje:
“Este mensaje va dirigido a toda la comunidad que se dedica a publicar información, a nombres de usuarios de Facebook y Twitter en ‘Valor por Tamaulipas’. Estas personas cuentan ahora con los medios y aparatos de localización, que con sólo la dirección IP rastrean y dan la localización exacta del usuario. No soy el primero ni el último en ser localizado. Por su propia seguridad, absténganse de publicar cualquier información de lo contrario este será el precio que pagarán”.
Desde sus cuentas de Twitter y Facebook VxT dijo desconocer al presunto informante y rechazó cualquier vínculo o contacto con él.
Más adelante, en mayo, él mismo difundió el video de un interrogatorio que un comando Zeta realizó a un par de personas, supuestamente familiares del activista, que fueron detenidas como medida de presión contra él.
“Espero estas personas sean liberadas de inmediato de lo contrario recalco el Gobierno del Estado y el Lic. Jair que trabaja con impunidad para el Cartel de los Zetas en Cd. Victoria serán responsables por cualquier daño que sufran en su integridad estas dos personas y cualquier daño futuro a la familia”.
En su mensaje, el activista informó sobre la muerte por un paro cardiaco de una persona de 35 años de edad, familiar de la pareja interrogada, debido a la presión a que estaba sometida su familia.
“Yo soy culpable de no haberme rendido ante el crimen organizado, pero la responsabilidad de la muerte de esta persona por el paro cardiaco la comparto con el Gobierno del Estado y el Crimen Organizado, uno por la colusión con los carteles y el otro por hacer daño de forma indiscriminada sin tener certeza de que esta fuera mi familia”, anotó.
Cuando la cacería en contra suya pareció arreciar, anunció el cierre de los espacios tanto en Twitter como en Facebook, lo que contribuyó a acrecentar la leyenda en torno de su verdadera identidad. Apenas unos días después volvió a las redes:
-Hace unos días te lamentabas de la terrible circunstancia de una familia a la que confundieron con la tuya, del hombre de 35 años que fue sacrificado por confundirlo contigo ¿eso te ha movido a alguna reflexión distinta de la que te impulsó originalmente? ¿Cómo afrontas ese miedo? ¿Cómo lo procesas? ¿Cómo lo sacas de ti para seguir adelante?
-Esa persona no fue sacrificada, el integrante de esa familia murió por un paro cardiaco, por la presión a la que fueron sometidos.
La reflexión que ha creado en mi es que cargo con la responsabilidad compartida de la muerte de esta persona, por decidir mantener la página en lugar de cerrar el sitio. ¿Pero que haré, someterme a ellos? ¿Dejar de publicar para que ellos sigan actuando con impunidad?
Además que creo esté o no esté yo, habrá alguien más que reporte SDR o exhiba a los delincuentes, mi presencia no es relevante en redes sociales, o por lo menos espero yo que no lo sea. Por desgracia también creo que no importa mi estatus el crimen organizado seguirá asesinando y delinquiendo, hasta que no haya una respuesta de la sociedad, y que las autoridades que pueden hacer algo, tenga la voluntad de hacerlo por encima de las instrucciones y las limitantes de los narco políticos.
-Los mitos en torno de @ValorxTamaulipas (ya sabes: que eres un marino, que eres un agente de la DEA, que eres un integrante del CISEN, que eres un gringo) ¿cómo los procesas?
-Soy consciente de que esas dudas o mitos estarán hasta que no se conozca mi identidad real, cuando eso se sepa, habré perdido más que mi propia vida y sus “dudas” serán despejadas.
-¿Te causan fascinación?
En realidad me preocupa. Me preocupa que no haya nadie de ellos como autoridad que establezca canales de comunicación con la población, y a ninguno de ellos les preocupe lo que sucede en mi estado y como gente inocente muere, sin que estas instituciones genere los avisos pertinentes a la población. Me enoja saber que instituciones como el ejército, la marina, las autoridades civiles, tienen datos como modus operandi de secuestradores, vías de asalto, en fin saben demasiado y esa información no la proporcionan a la ciudad para que tome precauciones. Entendería que la información la guardaran si es que van a desarrollar un operativo, o van a actuar, pero no, tienen la información y no ponen sobre aviso a la ciudadanía y las acciones no las realizan en tiempo.
Pareciera que el sentido de urgencia es algo que las autoridades no tienen desarrollado. O aún peor pareciera que desarrollaron una tolerancia a la muerte y el sufrimiento de la gente inocente, me aterra el nivel de insensibilidad y que lo que debería ser la principal preocupación, ha pasado a segundo término, cuando no hay nada más valioso para una sociedad que su libertad y el derecho a la vida de su gente.
-¿Qué piensas de ti mismo a partir de todo esto?
-Que no he hecho lo suficiente, que he puesto demasiadas cosas en riesgo y que veo con horror que cada vez nos alejamos más de la posibilidad de recuperar un estado de derecho, A pesar de que intento ayudar, es insuficiente los esfuerzos, siguen asesinando gente inocente, sigue el crimen organizado gobernando, y seguimos siendo un pueblo sin libertad.
Todo para mi gira en torno de eso, si la pregunta va sobre si como me ven, eso es irrelevante. Mi preocupación no está en mí más que cuando cometo un error y siento que le he fallado a la gente que deposita en mi su confianza, de ahí en fuera mis preocupación es y será la gente de bien.
-Uno es uno y su circunstancia, indudablemente, ¿qué circunstancia te definió a ti como adulto? ¿Qué suceso, qué hecho te mostró el rumbo que debías darle a tu vida y te llevó hasta @Valor…?
Esto me recuerda el ver a los políticos haciendo un “Pacto” por México, en el que ahora si se comprometen a trabajar por el país. ¡Por Dios! ¿Qué acaso no estaban comprometidos antes con el país, necesitan un pacto para trabajar por los intereses de la nación?… Si trasladamos eso a mí circunstancia mi forma de pensar es que tengo una responsabilidad como ciudadano de este país, tengo una responsabilidad como adulto y una responsabilidad también para con quienes tienen carencia o son vulnerables a la injusticia.
Yo no considero que esté realizando nada por encima de lo que no sea mi responsabilidad como ser humano y ciudadano, y nada por encima de lo que me dicta mi consciencia. Esto nos debe de hacer reflexionar ¿en qué momento se volvió anormal para nuestra sociedad hacer lo correcto? ¿Y en qué punto nos rendimos a aceptar que el crimen gobierne?
-¿Cómo era tu ciudad y en qué se convirtió? ¿Cómo era tu vida antes de todo esto y en qué se convirtió?
Mi ciudad era como la mayoría de mi estado, en el que nunca hubiéramos previsto la pesadilla en la que se convirtió después que el Cartel de Sinaloa inició sus ataques al Cartel del Golfo, sus limpias en Nuevo Laredo, o que el crimen organizado dejó su bajo perfil en las ciudades que ya tenía un control.
En nuestro estado podíamos viajar a cualquier hora de la noche, por la brecha más recóndita, por la carretera más alejada de cualquier población. Hoy día ni con luz diurna podemos tener la certeza de no ser secuestrado, ejecutado, o asaltado en la mayoría de nuestras vías e comunicación. Antes era un derecho vivir, hoy pareciera que el crimen organizado nos hace un favor al permitirnos seguir respirando.
Mi vida cambió, como la de todos en mi estado, hay un antes y después de la violencia, y hay un antes y un después de VxT, para mí el administrar este sistema de colaboración ciudadana me costó la vida, solo espero que no me cueste la de mi familia, si me lee entenderá que yo público desde la perspectiva de que yo ya perdí y
lo que siga haciendo en beneficio de la gente vulnerable, será ganancia.
“Dios bendice a la gente de bien…”
Inalterablemente, antes de comenzar a mandar sus mensajes de alerta sobre sucesos violentos en la entidad, sobre secuestros, robos, camionetas extrañas, balaceras, VxT cada día lanza un mensaje mañanero de aliento, de esperanza: una bendición virtual: “Dios bendice a la gente de bien… buenos días”.
Lo que sigue a ese tuit es menos celestial: la fotografía del rostro destrozado de la niña alcanzada por el fuego cruzado; los datos precisos del último secuestro; las coordenadas de ubicación de los cuerpos descabezados en tal avenida: la muerte que ronda, ha rondado y rondará en Tamaulipas mientras reinen la impunidad, la corrupción voraz y la transa sin límites.
– Crees en Dios, cada día lo mencionas… ¿hay un diablo?
-Creo en Dios, y creo que existe la maldad, y creo firmemente que la gente de bien es más fuerte que la gente mala, y que en algún punto, esta gente de bien dirá ya basta y no tolerará más las injusticias, que sentirá que el daño a uno es el daño a todos y no aceptara más que alguna familia de nuestro estado sufra por causa de la corrupción, la impunidad y la delincuencia.
-Dicen que se debe tener mucho valor para hacer lo que haces, ¿es cierto?
-No, yo tengo temor, soy el más cobarde por hacer esto desde una cuenta no personal, pero tengo más temor a no hacer nada y a no cumplir con mi responsabilidad.
Valor es lo que tienen autoridades honestas de cualquier corporación que quiera nombrar, del Ejército y la Marina que enfrentan al crimen organizado de frente, que exponen a sus familias a represalias, que combaten a los deshonestos dentro de sus filas, y a las limitantes que se diseñan para hacerlos quedar en desventaja ante los delincuentes. Ellos si tienen el valor que a mí me falta. Pero en mi caso no cuento con una institución que me respalde, ni quien vele por mi familia el día que haga falta.
Quisiera tener el valor para enfrentar sin una cuenta genérica de por medio para demostrarle a los criminales y a las autoridades corruptas, que existimos quienes tenemos dignidad y por lo menos eso no permitiremos que nos la quiten.
-¿Qué piensas de los compas que hacían el Blog del Narco, uno desaparecido y otra en el exilio voluntario?
No sé que decirle, si algo he aprendido en este tiempo en lo que respecta a posicionamientos personales es que yo solo puedo hablar por lo que se y lo que me consta, desconozco los detalles de esa página, pero de ser real lo que ellos dicen es lamentable y espero la persona desaparecida sea liberada.
-Valor, de alguna manera lo que haces inspira a otros, que igual que todos nosotros tiene miedo por la pinche carnicería en que vive México, pero ¿no es un poco jugar al superhéroe con esto que haces, sabiendo que la mierda está por todos lados y que no hay rincón, ni institución, ni autoridad del país que no esté salpicado?
-No es jugar al superhéroe es hacer lo correcto, sería más sencillo si día con día hubiera más gente que esté dispuesta a hacer lo correcto y velar por que los demás hagamos lo correcto también.
Pero si es necesario con gusto habrá quienes tomemos la iniciativa y demostremos a quien sea que vale la pena arriesgar todo por soñar con tener un día en un futuro una sociedad con un aprecio por la cultura de la legalidad, con un estado de derecho que de certidumbre a nuestros hijos de que vivirán en un país justo.
Si ya sabemos que está tan sucio, con la mayor de las diligencias tenemos que empezar a limpiar.
-¿Crees que habrá un final feliz para todos nosotros?
-No, no creo que todos tengamos un final feliz, pero si comenzamos a limpiar y defendemos nuestra libertad, creo que el futuro de mis hijos, tus hijos, nuestros hijos, será uno muy diferente al que nos estamos enfrentando nosotros.
-¿Que podremos verlo?
-Que más quisiera, porque si la tendencia cambiara, si la justicia regresara a mi estado, yo pudiera tener más posibilidades de sobrevivir, si no sucede eso en nuestro tiempo me habré ido haciendo todo lo que pude.
VxT podrá desaparecer… su acción no
Dice Andres Monroy-Hernández, investigador del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el prestigiado MIT estadounidense, que mensajes como los que envía VxT son parte de un fenómeno mundial: el surgimiento de redes de información causadas por el vacío dejado por los gobiernos y los medios locales.
“Se trata de una forma de acción colectiva”, dice, “en la cual los ciudadanos se organizan de manera ad hoc, de manera personal y alterna a las instituciones tradicionales. VxT podrá desaparecer, pero la acción conectiva llegó para quedarse”. Ello dependerá, en buena medida, de su capacidad de organización off line.
Igual que en el siglo XX los sindicatos y partidos fueron una fuerza de acción, las organizaciones civiles facilitadas por la tecnología son hoy una fuerza emergente, dice el investigador: “no es que una reemplace a la otra, sino que se complementan y en ocasiones entran en conflicto. Estas organizaciones son efectivas en transmitir información rápidamente”.
Son personas que, utilizando la red, los mecanismos tecnológicos a su alcance, hacen ciudadanía. La ejercen. Incluso en zonas donde ser ciudadano es casi un delito, que se paga con la muerte.
Por ello, me intereso en la parte humana de la persona que está detrás de VxT. ¿Qué resortes mueven sus emociones? ¿De dónde surgen? ¿Quién está detrás de las huellas digitales que mueven a toda una entidad?:
-Si pudieras estallar de rabia, si pudieras explotar delante de todos esos cabrones que tienen arrodillado al país, ¿qué gritarías? ¿Qué dirías quedito?
-De todas las maneras posibles les diría que nos hacen falta como ciudadanos de bien, que nos hacen daño, que se hacen daño a sí mismos y que deseo con todo mí ser que paguen y que la justicia sea implacable con ellos.
-¿Cuál es tu idea de la felicidad?
-Felicidad como un camino no como un objetivo. Hacer lo que me gusta. Creo dar más detalles sería complicado.
-¿Cuál es tu mayor miedo?¿Cuál ha sido el mayor que has sentido? ¿Cuándo fue y por qué?
-En las circunstancias actuales no me conviene hablar al respecto, solo daría ideas.
-¿Con qué figura histórica te identificas más?
-Mahatma Gandhi
¿Cuál es tu superhéroe favorito?
-Superhéroe favorito: Mi hermanito (un personaje que en algún momento hace algunos años estuvo en el ejército mexicano y que aprecio como si fuera mi hermano)
¿Y tu artista favorito?
-Artista favorito: No soy muy seguidor de personajes o artistas, no
se me viene uno a la mente en este momento.
¿Y la figura a la que más deploras?
-Hitler.
¿Qué forma tiene para ti el peor hombre de la humanidad?
La figura del ciudadano irresponsable y clientelista a la hora de elegir a los líderes, el que vende su dignidad, o que cree que puede pasar por encima de la de los demás sin consecuencias.
-¿Cuál es el rasgo que más deploras de ti mismo?
-Que no se cómo cuidar a las personas que más aprecio sin alejarlos abruptamente para según yo protegerlos.
-¿Cuál es el rasgo que más deploras de los otros?
-La permisividad al crimen y la injusticia.
-Qué es lo que más valoras de tus amigos?
-Que sean gente de bien, que me escuchen cuando necesito hablar, aunque no tengo tanto tiempo para escucharlos como ellos se merecen.
-De toda esta podredumbre en que vive el país ¿qué es lo más deplorable de todo? Y al contrario, ¿qué es lo más preciado?
-El sistema político es lo más deplorable que tenemos, y lo más preciado es el recurso humano, las vidas de la gente de bien, el futuro que podemos tener si la gente honesta decidiera recuperar el país.
-Es la última. Pero es la más difícil: quiero que me ayudes a entender los resortes que te mueven a tuitear lo que tuiteas en medio del peligro en que lo haces: ¿qué sientes cuando terminas de escribir un tuit y das el «SEND»?
-Pido a Dios que no haya equivocaciones, que el reporte sea real (dependo de reportes de ciudadanos, y hago todo lo que puedo para tratar de evaluar si el reporte es consistente y puede ser considerado para publicación), y que a quien pueda servirle lo vea a tiempo, si es un reporte atemporal que pido a Dios que sirva para poner sobre aviso de lo que se vive y se genere consciencia de los incidentes que tenemos.
-¿Hay alguna reacción emocional al hacerlo?
Siempre hay algo que se siente, si logro dar un reporte en tiempo real es un logro enorme para mí, recordemos que solo soy una persona y tengo actividades de mi trabajo y de mi vida que también tengo que realizar, por ejemplo algo que creo la gente le llama dormir o algo así, que es cuando la gente cierra los ojos y se acuesta a descansar (es broma).
-¿Excitación?
-Probablemente en algunos casos cuando se que se le ganó una batalla al crimen organizado en lo que fuere una persona que se alejó del crimen, militares que detuvieron a alguien, héroes que no salieron heridos de un enfrentamiento, también cuando leo a una autoridad honesta orgullosa de su trabajo, cuando leo a un ciudadano honesto que realizó una acción de bien.
-¿Adrenalina acaso?
– Adrenalina si es un reporte sensible, es probable que lo coloque, me arrepienta, lo quite, lo vuelva a colocar, y lo deje. No es fácil.
-¿Cómo la sientes? ¿En qué parte del cuerpo? Neta francamente, ¿me la puedes describir con precisión?
-Creo con el tiempo me he vuelto más aburrido, tengo más carga de reportes por analizar, tengo que tratar de revisar lo más que pueda para publicar en el menor tiempo posible de retraso, así que no me queda mucho tiempo para emocionarme, cuando lo he hecho, depende del tipo de sentimiento que esté sintiendo, en el estomago angustia, en mis partes nobles si es una excitación de enfrentamiento o de orgullo, la presión en mis hombros, o en el trasero si es que llevo demasiado tiempo sentado. Creo eso es lo más preciso que puedo ser.
Sin embargo yo no tuiteo por la emoción de hacerlo, tuiteo por que creo es lo correcto. Así sea una sensación desagradable como cuando doy marcha atrás en un reporte, si lo debo de hacer, simplemente una obligación moral y mi responsabilidad hacerlo.
* * *
Le contesto el cuestionario con un “gracias”. Me responde al día siguiente, sereno, un Dios bendiga a la gente de bien. Como si el correo que le envío, y él me responde, siguiera la misma ruta lenta y diligente de los antiguos mensajes en papel y no la inmediatez virtual de hoy.
Antes de cerrar el intercambio le pregunto por un detalle que me parece el más importante, el más simbólico: protagónico. ¿Cómo son tus manos?
Cuando me responde, entiendo por qué sigue vivo:
– Serán las protagonistas, pero no puedo dar detalles de las mismas.♠
Publicado en la revista EMEEQUIS