…porque decenas de compañeros reporteros de distintos estados del país han sido asesinados, desaparecidos, heridos, amenazados, obligados a cambiar de ciudad o de vida sólo por ejercer su oficio.
…porque la sociedad a la que pertenezco tiene derecho pleno, irrenunciable, a ser y a estar bien informada, a decidir libremente a quién escuchar, a quién leer, a quién mirar, a quién creerle.
…porque la Constitución garantiza a todos los ciudadanos el derecho a difundir y obtener información, pero ese derecho hoy está conculcado en muchos lugares, en gran medida por hechos de violencia, acoso delincuencial y gubernamental, por impunidad, por falta de justicia, por corrupción, por la no vigencia de un pleno Estado de Derecho
…porque las condiciones de no vigencia plena de las garantías individuales, bajo las que hacen su trabajo colegas reporteros de algunas entidades, poco a poco van multiplicándose, como cáncer, en más y más entidades, amenazando por completo el ejercicio libre del periodismo en México.
…porque estos tiempos de duelo, amenaza, acoso, de furia contra los periodistas por parte de la delincuencia organizada, también son aprovechados por poderes políticos y económicos, de un signo y de otro, para intentar acosarlos, controlarlos, amordazarlos.
…porque estoy convencido de que este es el momento en el cual los periodistas mexicanos debemos unirnos, como no lo hemos hecho en generaciones, para establecer un marco de garantías mínimas para el ejercicio de una plena libertad de expresión, para ofrecer a la sociedad, a la que también nos debemos, un Periodismo serio, profesional, libre, plural, crítico: útil.
…porque al gobierno le corresponde custodiar las garantías en torno de la Libertad de Expresión, no limitarlas, ni matizarlas, ni revisarlas, ni mucho menos coartarlas.
…porque creo que el periodismo tiene la función de investigar, denunciar, relatar, pormenorizar y dejar constancia del momento que observa, con plena y absoluta libertad, como parte integrante y fundamental de la cultura y la sociedad a las cuales pertenece.
…porque me rehúso a uniformar mi punto de vista como periodista; porque las voces distintas hacen una Democracia; porque en estos tiempos de violencia y miedo es cuando más se requiere de la prensa libre, plural, crítica, observadora, cuestionadora, que explique a la sociedad, con sus distintos puntos de vista, sus fallas, sus defectos, sus problemas y sus potencialidades.
…porque el Estado mexicano tiene el deber, la obligación constitucional, de hacer respetar, sin cortapisas, el derecho de todas las voces a expresarse, a difundir su mensaje con garantías plenas y sin distingos.
…porque siempre existe la amenaza de que los políticos, sin importar partidos o tendencias ideológicas, vean en el periodismo crítico, plural y libre un enemigo a vencer, a amordazar, a controlar, a limitar e incluso a desaparecer. Y porque esa amenaza conlleva el riesgo de que desaparezcan también las libertades de toda la sociedad mexicana.
…porque en la industria comunicacional, el eslabón más débil, como siempre, es el obrero de la tecla: el reportero, el de abajo, el que gana la nota por unos cuántos pesos, el que está condenado a la medianía, el que ve cómo le regatean aumentos, ascensos, condiciones mínimas de trabajo, el que a veces no puede aspirar, ni siquiera, a un seguro de vida por el trabajo que realiza.
…porque pertenezco a una generación de reporteros que, creo, es más solidaria, más unida, menos mezquina con sus pares, a quienes no les regatea el derecho de pensar distinto, de mirar las cosas desde otros punto de vista.
…porque creo que es un excelente momento para que el periodismo mexicano se reencuentre con la sociedad a la cual se debe.
…porque creo en la frase “no coincido con lo que dices, pero daría mi vida por defender el derecho que tienes a decirlo”.
…porque soy reportero y quiero seguir siéndolo toda mi vida. Ejercer mi oficio con libertad, con garantías plenas, en el medio de comunicación que elija para realizarlo.♠