El Presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, se ha rodeado, sólo en el último año, de un verdadero séquito millonario de colaboradores, asesores y ayudantes, cuyos sueldos, en algunos casos, son muy superiores incluso al del Presidente de la República y los Secretarios de Estado.
En una revisión de la estructura de la Presidencia del Consejo General, es posible detectar a más de una treintena de asesores, jefes de asesores, coordinadores de asesores, secretarios particulares, secretarios privados, asistentes personales, líderes de proyectos, coordinadores de proyectos, analistas, choferes, recepcionistas y motociclistas que, en conjunto, representan para el INE un gasto anual muy superior a los 30 millones de pesos, sólo en salarios y sin tomar en cuenta bonos, compensaciones extraordinarias ni el cúmulo de prestaciones generales aprobadas por el instituto para los empleados del aparato operativo y administrativo.
La estructura alrededor de Córdova ha crecido en el último lustro, principalmente en el área de Asesorías, donde se concentran las percepciones más elevadas y también se hace más laxo el control y la supervisión de funciones específicas de los servidores públicos involucrados.
Sólo uno de estos funcionarios, Emilio Buendía, un abogado con estudios de posgrado en Derechos Humanos y Justicia Electoral, quien se desempeña como Jefe de la Oficina del Presidente del INE, percibe mensualmente un sueldo neto de 150 mil 500 pesos, lo que significa que cobra casi 40 mil pesos por encima de lo que recibe el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Córdova tiene un Secretario Particular, Francisco Javier Naranjo, un ex funcionario de la Cámara de Diputados y la SEP, con licenciatura en Derecho y diplomado en Combate a la Corrupción, quien gana más que cualquier Secretario de Estado: 128 mil 597 pesos mensuales, libres de impuestos.
El círculo de lujo que rodea a Córdova se complementa con una decena de Asesores, todos colocados en línea directa con el Presidente del INE, quienes cobran mensualmente 100 mil pesos, casi 40 mil pesos más que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y realizan actividades diversas, todas paralelas a las estructuras organizativas y operativas formales de la institución: están exclusivamente al servicio y bajo las órdenes de Lorenzo:
Enrique Aguirre Saldívar, un abogado con doctorado en Derecho experto en asuntos electorales, con amplio conocimiento y experiencia en los laberintos del Tribunal Electoral, quien asesora a Córdova en la materia y escribe discursos y ponencias relacionados con los procesos judiciales electorales de la Presidencia del INE.
Armando Arroyo, un pasante de la carrera de Relaciones Internacionales que ha acompañado como ayudante a Córdova desde 2009 y ocasionalmente escribe artículos en medios impresos de la Ciudad de México.
Ernesto Núñez, un periodista, que hasta 2019 fue editor del suplemento político del diario derechista Reforma y actualmente colabora como analista político en el portal Aristegui Noticias, y quien se encarga de coordinar las relaciones y contactos de Córdova con periodistas y espacios informativos, diseminar los mensajes que le interesa posicionar al Consejero Presidente y cuidar la imagen mediática de Lorenzo.
Noé Castellanos, un Doctor en Ciencia Política interesado en redes sociales e integrante de la asociación Este País A.C., donde convergen figuras antiobradoristas como Federico Reyes Heroles, Clara Judisman, Marco Provencio o Leonardo Kurzio.
Silvia Araceli de Luna, una Contadora Pública con amplia experiencia en la Unidad de Inteligencia Financiera y la Unidad Financiera de la extinta PGR, quien se encarga del manejo operativo y financiero del Presidente del INE.
Felipe de Jesús Zermeño, ex Secretario Técnico del Senado durante la presidencia del PRD, asesor de Córdova en asuntos parlamentarios y políticos, y de quien se dice es el encargado de las relaciones con los dirigentes partidistas.
La pregunta es sencilla: ¿Qué clase de trabajo realizan, para ganar más que un Secretario de Estado… o que el mismo Presidente de México?
En 2015, el periodista Gustavo Pérez publicó que la estructura alrededor de Córdova alcanzaba las 45 personas, algunas de las cuales fueron trasladadas a otras áreas, tras la controversia que se desató cuando el gobierno de López Obrador exigió a los distintos organismos públicos ceñirse a una política de austeridad.
Sin embargo, en el círculo de Córdova aumentaron los espacios de primer nivel:
Los asesores César Hernández González, Judith Alejandra Nieto, Adrián Gerardo Pérez y Luis Ángel Salgado, todos con sueldos superiores a los 70 mil pesos netos y con tareas poco específicas de «asesoría política» están en ese caso.
Según los lineamientos operativos del INE, contenidos en su Manual de Remuneraciones, todos estos funcionarios públicos del primer círculo al servicio de Lorenzo tienen, además del jugoso sueldo exento de austeridad, acceso a un cúmulo de prestaciones ya impensables en el resto de la Administración Pública Federal: una prima vacacional, prima semestral, prima de gastos funerarios hasta mil veces el salario mínimo, 40 días de aguinaldo, un pago por gastos de alimentación por hasta 11 mil pesos mensuales, un pago de despensa por 3500 pesos mensuales y una serie de compensaciones económicas generales:
Un seguro institucional de 40 meses de sueldo; un seguro colectivo de retiro, un seguro de gastos médicos mayores, así como un seguro de separación individualizado en el que el INE aporta un monto y otro el trabajador.
Dispendio… y más dispendio
En la estructura alrededor de Lorenzo Córdova, aparecen además una treintena de empleados de menor nivel, cuyos sueldos oscilan entre los 25 mil y los 70 mil pesos mensuales.
En este apartado figuran por lo menos cinco secretarias, dos recepcionistas, siete auxiliares y mensajeros, cuatro «líderes de proyecto», asistentes personales, analistas, choferes y motociclistas.
¿Es un sueldo de 45 mil pesos una exageración para una recepcionista? Según se vea: un medico residente, de cualquier hospital Covid gana en total 23 mil 670 pesos mensuales. Un maestro de escuela, primaria para ser precisos, obtiene mensualmente sólo 14 mil 500 pesos, siempre que se ubique en la zona metropolitana de las ciudades de México, Monterrey o Guadalajara.
Ellos, ellas, los trabajadores al servicio exclusivo de Lorenzo, como el resto de los trabajadores de estructura del INE, tienen acceso a una cascada de beneficios económicos e incentivos monetarios diversos y casi faraónicos en un país devastado por la crisis económica:
Vales de despensa adicionales y prestación especial de Día de Reyes, Día del Niño, Día de la Madre, Día del Padre, gastos de traslado y Becas Académicas (Ver Anexo)
Apenas en noviembre de 2020, el propio Córdova había cuestionado los recortes presupuestales al INE, bajo el argumento de que
«No es posible garantizar el desarrollo del proceso electoral en condiciones de seguridad, tanto para el personal del Instituto como para los ciudadanos funcionarios de casilla y votantes. De igual modo, y a pesar del esfuerzo del Instituto para reducir los costos de la Consulta Popular, el legislativo no contempla recurso alguno para ese ejercicio de participación ciudadana”.
En su video, Córdova mencionó que los diputados no le asignaron al INE los 1,499 millones de pesos que pidió para la consulta popular, por ello, dijo, en los días por venir el Instituto “analizará los escenarios y rutas de trabajo necesarias para poder llevar a cabo este ejercicio”.
Un reporte del portal Sin Embargo, de julio de 2020, hacía referencia a la suntuosidad con que se conducen la mayoría de las áreas del INE, especialmente las más próximas al Consejero Presidente y a ciertos Consejeros:
- Más de 60 millones de pesos en gasto de papelería convencional
- Más de 3 millones de pesos en compra de bocadillos y alimentos
- Más de 1 millón en gastos de estacionamiento y lavado de autos
- Más de 500 mil pesos en cafetería, refrescos y galleta.
En la petición presupuestal para el ejercicio 2021, el propio Lorenzo Córdova expuso a la Cámara de Diputados: el INE mantiene su compromiso de austeridad sin comprometer la democracia ni tampoco su capacidad operativa.
En ese presupuesto se inserta, obviamente, el sueldo del propio Lorenzo: 178 mil pesos, libres de impuestos y retenciones, con cargo a todos los mexicanos.
Pidió 20 mil 464 millones de pesos de presupuesto. Claro: necesarios para la democracia.