Yo ‘stoy aquí por la bolsa ‘e droga, por ‘sa bolsa ‘e cristal ¿Ve?

Pero yo digo la verdaá, a mí me gusta decir la verdá ¿Ve?: Yo no la tenía. Sí andaba drogado, eso sí, porq’p’s andaba con mi novia Lupita y nos habíamos drogado con Ribotril, pero la bolsa esa no la tenía, esa me la puso el poli que me agarró.

Me llamo Antonio, pero quiquío me pusieron El Cholillo, orque decían q’iba ser un niño balandro ¿Ve? Pero la bolsa no la traía, yo andaba rolando con un morro,  y andaba rolando con mi novia y que me agarran quesque puchando. Un policía que venía manejando me dijo:

– Ya se quién te la dio la droga, güey – venía en la camioneta el chota, en la patrulla ‘e doble cabina, n’el Centro, n’el mero Centro ‘onde está la plaza, Culiacán.

– Sin palabras – nomás le dije – La droga esa no la traigo. La traía el morro que andaba rolando conmigo, pero yo no la traía, y el morro se echó a correr, yo no me eché a correr porque dije: yo no traigo bronca ¿Ve?”

Pero vo’a contarle bien cómo ocurrió ¿No? Un día, p’s habrá sido junio, me habló un morro y me dijo “¿Qué? ¿No traes bronca pa’ conectar un “Foco”? Y yo le dije “No, güey, ya no quiero tener yo esa madre, me van a encerrar en la chota”. Y que rolamos por a’i y nos agarra la policía.

Me pasaron báscula, n’ésta bolsa ‘e un pantalón ‘e mezclilla que tengo yo, y no me hallaron nada. El otro chota, uno que le caigo gordo yo, m’ hizo así, n’ la bolsa, diciendo “búscale bien, búscale bien”, y que saca según la bolsa ‘el “Foco” el chota.

Pero no la traía yo. Yo le decía: “Usté me la echó”. “Cállese, cállese el hocico”, me dijo, me agarró ‘e las orejas y me subió a la camioneta y me dio ‘e cachetadas, me pegaba, así, cachetadas.

¿Que si era la primera vez? P’s no. No era, pero ésta no la traía yo. Yo digo la verdá, me gusta decir la verdá, pero no me creen, porque sa’en que soy vago, soy vago, no me creen.

Porque la otra vez me agarraron con no se cuántos “focos”, que ‘ran ‘e Las Cruces, ‘n la Aquiles Serdán, hace como ocho meses atrás, lo mismo lo mismo, me agarraron. Dos veces, la otra por todo, porque me robé una bolsa. Nomás.

“¿Qué si anduve con los narcos?”

¿Qué me describa? ¿Qué es eso? Ah, p’s soy normal, normal ¿Ve? Sí, tengo doce años, tengo doce le digo, moreno como todos, flaquillo, flaquillo ¿No? Normal ‘e pelo, nomás que aquí me pelaron. ¿Un metro 50, dice? P’s ha ‘e ser. ¿Fluido, que hablo fluido? P’s ya ve.

¿Que cuando nací? No me acuerdo ¿Ya vio mi ‘xpediente? No dice tampoco ¿Verdá? Dice que “No pudo decir su fecha de nacimiento”, el expediente. Es que a la mejor ni nací ¿No? ¿Qué?

Este número 13 en mi mano izquierda: nada, no quiere decir nada. Sí, tengo otro tatuaje, en la pierna izquierda ¿Ve? Es una navaja chiquí’a. Me la puse la navaja porque me gustan las navajas. ¿Qué si soy cholillo? P’s yo q’se.

Sí, conozco a Los Pollos y a los ‘e la FLM (Famosa López Mateos) y a los ‘e la Díaz Ordaz que rolan por Culiacán en sus Torton y sus paquetes sella’os, pero no conozco a los líderes. Algunos conectan con mariguana, con el cristal, que se vende más; con perico casi no, se pega con el calor, pero lo que haiga pues ¿No? Pero no los conozco. Le digo que soy vago.Niños1

¿Qué si anduve con los narcos? Mmhhh. ¿P’a qué le digo? Pero, la verdá, la verdá sí me drogaba. La primera vez que salí ‘e aquí sí me drogué, no lo niego. Y ya no quise, le dije a mi amá: “amá si quiere métame en un campo”. Y me metió y salí y trabajé dos días, hice unos pesos, compré pollo, ‘nas lamparitas que ‘tan allá abajo que me las quitaron y que se las quiero regalar a mi hermana, y pinté la bici, esa no me la robé, la pinté pero no era robada, no, la bici no.

¿Qué drogas he usado? Cristal, nomás. Es como sal. La echas en un papel, la sal, y la haces como cuchara, con un popote, lo prendes, no t’ tragas el humo, lo sueltas, así, pa’entro el aire y pa’juera, como si fuera cigarro, y lo tiras, no te lo tragas porque te hace mal, no te lo tragas, y no te ‘a sueño, ni flojera, ni nada. Normal, al ratito sientes que no trais sueño ni hambre.

A mi la mariguana no me rifa, te da un chingo ‘e hambre, te da un montón ‘e hambre, te da sueño. El perico es como carbonato blanco, pero no me gusta tampoco ¿Ve? Me pone mal.

¿Qué en qué trabajé? No m’ acuerdo. No, que no, ‘e veras que no m’ acuerdo. Los dos trescientos, los quinientos, eso sí, me los ganaba, y a veces más. No m’ acuerdo, le digo, cambiando nomás, como to’os aquí ¿No? P’s no se quién m’ conectó con los morros, ni m’acuerdo. Y si m’acuerdo no se lo vo’a decir.

“N’un barco, pescando”

¿Eh? ¿Por qué soy vago? Porque mi padrastro me enfada. Me enfada, es muy regañón, mejor me voy ajuera, me voy pa’ juera a jugar. Mi amá no, mi amá bien. Mi verdadero papá está con otra señora, tiene como cuatro hijos, pero ellos están en el campo, allá pa’ lante.

A mí nunca me ha gustado ‘tar encerrado. A mi no me gusta ‘tar aquí, me gusta ‘tar en el DIF, aquí no, aquí no dejan dormir. En mi casa me gustaba ‘tar en veces sí, en veces no. En veces sí, en veces no, y no quiero cambiar, cuando m’ entran rachitas me voy, me voy al los canales, me voy al monte a montar caballos.

Yo soy ‘e Costa Rica, Sinaloa. ¿Ya sabe dónde? Es la costa, cerca ‘e Culiacán ¿Ve? Ahí viven mis hermanos, tres hermanos y mi amá.

Sí, esa es mi casa, la ‘e los ladrillos anaranjados ‘e adobe sobre la Nayarit, ‘n la colonia Popular. Techo ‘e lámina ‘e asbesto, una cerca ‘e palos ‘e higuera, perros, ‘n lavadero, pedazos ‘e mango podridos, un anuncio ‘el PRI, sí, tierra por to’os lados, tres cantinas alrededor. Sí, esa es. Caminando a la playa. Sí. ¿A qué dice que huele Costa Rica? Ah, pos ha ‘e ser, yo ni me acuerdo.

Casa, lo que se dice casa p’s no. Todo ‘n un cuarto. Un cuarto grande, sí, pero todo ahí. La mesa, las camas, la estufa, la hamaca. Todo ahí. Y nosotros, y mi padrastro. Todo ahí, todo. Sí, mi tío era mariguano. No, él no me enseñó. Aprendí acá. Me vine ‘n una troca, con ‘nos morros que rifan acá.

¿Qué por qué no me quedé ‘n mi casa? M’ amarraban con cadenas, con mecate y todo, me han golpeado y todo. M’ amarraban pa’ que no anduviera ‘e vago, antes era muy vago, que n’ iba pa’ la casa, m’ amarraban con la cadena, mi amá, afuera ‘e la casa, del pie o del cuello, y me dejaban ahí hasta que me sangraba, porque quería irme ¿No? Y me estiraba, para romperme la cadena me estiraba, o el mecate, pero no m’ podía soltar.

Me han pegado, y nada, no siento nada, la verdá nada. No hay pedo, me da igual, No se porqué me da igual. Pero ‘n mi casa no quiero ‘star. No m’ gusta ‘star encerrado.

¿Qué si he llora’o? P’s sí, de coraje, lloré por coraje cuando me trajieron ¿No? Yo no traía la droga. Yo digo la verdá, pero ‘e tristeza nunca, ‘e dolor tampoco. Me ‘a tristeza que le pase algo a mi amá ¿Ve? A mi me vale, que me maten o no, todos van a morir en un momento ¿No? No hay pedo.

¿En diez años? P’s no se. ¿Cómo vo’a pensar ‘n eso? Yo nomás le ‘igo que no ande robando y drogándose, ‘s lo que he hecho yo, fue mi vida, y así va a ser mi vida.

¿Que qué sueño ‘cer de grande? P’s, no se, trabajar de pescadero. Pescando. Andar en barco, pescando. Sí. Algo, ‘n el mar.♦

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Publicado: Lunes 6 de enero de 2006

Diario Monitor. Sección El País

Pag. 4A

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